Una invitación a la humildad, que recibo de buen grado.
Esto de verdad que sí es difícil para mí. ¿No juzgar? ¿No juzgarme?. No es fácil reconocer esto, sobre todo que atiendo atiendo pacientes, tengo clientes corporativos y otras personas. Y además convivo conmigo mismo 24 horas al día.
Darme cuenta de ello me ha traído una invitación muy potente a mirarme a mí mismo primero, antes de ver la “paja” en el ojo ajeno.
Las palabras “las personas hacen lo mejor que pueden, aunque no estén haciendo lo mejor que pueden” son un invitación imperdible a mirarme y a mirar a los demás con más consideración. De hecho, es mirarles con más respeto y compasión (que no es lo mismo que lástima).
En fin, una nota adicional para recordarme que no soy mejor que nadie más, que no tomo mejores decisiones, que no he superado más obstáculos, que todos estamos viviendo muchas cosas parecidas. Esto que estamos pasando se llama vida.
Un abrazo grande,
Luis Gaviria